No es raro ver a estos pequeños animales en los parques y calles orinando en cada árbol que encuentran, planta, césped, muro, etc., su cuerpo —como un proceso natural— los lleva a vaciar sus vejigas o simplemente, a marcar su territorio. Sin embargo, no todos hacen sus necesidades fuera de casa, existen algunos que no pueden salir por falta de tiempo o presencia de sus amos; o por otro lado, no tienen el hábito de salir cada cierto tiempo, ya que no se tiene un conocimiento del comportamiento y aguante de sus vejigas. Pero, el problema real no es enseñarlos a hacer sus necesidades en sitios estratégicos o crear tiempos de salida (pues es algo muy sencillo), lo que genera una verdadera alerta, es cuando se presentan dificultades en su orina, ya sea porque lo hacen constantemente, muy pocas veces, o se presenta con alteraciones tales como un color turbio y/o presencia de sangre. Es allí cuando se debe actuar de manera urgente.