¿Por qué mi gato maúlla cuando juega? - Ciudaddemascotas.com
- 19 mar 2021
La comunicación es una habilidad innata tanto de los seres humanos como de los mismos animales en la naturaleza. Para nosotros los seres humanos, el lenguaje de las palabras fue revolucionario, en la medida en que nos mantendría mantener una comunicación más asertiva con el otro, lo que facilitó la transmisión de ideas, emociones, conocimientos, entre otros. En el caso particular de los animales y su incorporación en los hogares de los humanos (no solo como mascotas, sino como compañeros de vida y amigos incondicionales), esta comunicación ha sido un proceso de aprendizaje en donde, por medio de cada uno de los sonidos que emiten, los comportamientos, e incluso su postura, podemos detectar los mensajes que quieren darnos a conocer , ya sea de alegría, tristeza, dolor, alerta, entre otras.
En el caso de los perros, un rabo entre las piernas y un encorvamiento de su cuerpo podrían denotar que existe un miedo presente. Sin embargo, el tema que nos concierte en este espacio, es detectar el por qué algunos gatos maúllan cuando juegan, sonidos que usan no solo con nosotros los humanos, sino con otros de su misma especie.
Ya que hablamos de la comunicación, aunque hasta el momento ningún animal puede hacer uso de las palabras (a excepción del loro que puede imitar ciertas palabras, y algunos chimpancés que han podido comunicarse mediante el lenguaje de señas, enseñado por los mismos humanos), los felinos se comunican mediante el lenguaje corporal y algunos sonidos como el mullido, el ronroneo, bufidos, entre otras casi 97 vocalizaciones detectadas por investigaciones más certeras en este tema.
Cabe destacar que cada uno de estos sonidos depende de la intensidad, entre más alta sea su frecuencia en tiempo y tono, más urgente es el mensaje que nos quieren transmitir. En el caso del ronroneo, existen algunas investigaciones que apoyan el impacto que estas vibraciones generan sobre el cuerpo de los humanos, tanto a nivel emocional como físico; cuando las sientes, ¿no crees que entras en un estado de paz contigo mismo y con tu entorno?
Ahora bien, deberás prestar mucha atención a las siguientes características presentes en el maullido de tu minino mientras juegan, con el fin de detectar algunas señales que podrían ser un mensaje de alegría, dolor, malestar, entre otros.
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Hambre:
Sí, esta es una de las causas más comunes del maullido. Si tu gato está jugando y de repente empieza a maullar, puede ser sinónimo de haber quemado suficiente energía, lo cual generaría en él un hambre atroz y necesitará urgentemente comida o una golosina para poder recuperarse (lo mismo sucedería si tiene sed). Cerciórate que en su taza haya comida y agua suficientes para que pueda abastecerse cada vez que lo necesita.
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Cansancio:
Como lo mencionamos anteriormente, si tu minino lleva un largo periodo de juego, seguramente esté cansado y necesite un stop que le permita descansar y recuperar la energía perdida durante esta actividad. Dale espacio y permite que pueda buscar un lugar donde se pueda relajar durante unas cuantas horas. Seguramente quedará fundido en un sueño profundo.
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Saludo o agradecimiento:
Aunque no lo creas, estos hermosos gatitos agradecen cada segundo del tiempo que podemos compartir con ellos. Por esta razón, puede ser que maúlle tiernamente en señal de agradecerte el hecho de compartir. Mímalo y devuelve el gesto con unas cuantas caricias.
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Llamado de atención:
En muchas ocasiones, el maullido tiene que ver con la necesidad de ellos para que sepas que algo no está bien, puede ser con él mismo o con alguna situación que esté ocurriendo en su entorno. Fíjate en las señales que te envía y observa su comportamiento, no solo en el juego, sino también en su rutina en general.
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Dolor:
A este aspecto debes prestarle mucha atención, pues el maullido puede ser variado dependiendo del dolor que pueda estar padeciendo el minino. Trata de palpar con mucho cuidado cada parte de su cuerpo, si identificas el lugar del dolor en donde él se exalta al tacto, será importante que lo lleves directamente con su médico veterinario, ya que será la persona idónea para formular el antibiótico y procedimiento necesario para él.
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Época de celo:
Es totalmente normal que los mininos, más o menos desde los 8 a 10 meses de edad, entren en etapa de celo. Ciertamente, al entrar en este ciclo, sus sentidos se intensificarán el doble. Así que, relájate e intenta conocer estos periodos de cambios.
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Enfado:
Seguramente, coincides con nosotros en que es muy normal salir enfadado de vez en cuando mientras estamos jugando, ya sea con otros humanos o con estos preciosos mininos. Para el caso de ellos es igual, no siempre están de ánimo para jugar con nosotros u otros felinos, o simplemente, durante el jugo hubo un movimiento brusco que causó en ellos malestar emocional o físico. Recuerda que al ser animales muy independientes, es importante que les des un espacio en el cual puedan restablecerse para poder seguir más adelante con los juegos que los divierten.
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Más que juego, quiere algunos mimos o caricias:
Aunque se caracterizan por ser animales muy independientes y tener un carácter serio —en algunas ocasiones—, son animales que adoran los mimos. Si estás jugando con él, acarícialo, unas cuantas caricias acompañadas de juego lo liberarán de estrés o enfados. Es una excelente terapia de relajación si están estresados por algún acontecimiento importante en casa como, la llegada de un nuevo integrante, cambio de casa, algún tema de territorialidad, malestar general, entre otros.
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Edad:
No lo negamos, entre más edad, más cascarrabias se vuelven; solo trata de llevarles un poco la idea y sigue sus caprichos. Es normal que un rato estén alegres y al momento su temperamento se vuelve un poco irritante; como siempre, dale su espacio y trata de entender su mensaje.
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Miedo:
El miedo está muy relacionado a temas como, algún episodio pasado en el juego que resultó traumático para él, es un integrante nuevo y no te conoce lo suficiente para tener confianza en ti al 100 %, entre otras situaciones; cerciórate del tono de su maullido y consulta con un especialista si al cabo de cierto periodo de tiempo su comportamiento sigue siendo igual o empeora.
Son muchas las variables que trae consigo el maullido en los gatos. Sin embargo, recalcamos que la observación y la escucha son claves a la hora de determinar si está o no ocurriendo algo que pueda significar un diagnóstico por parte un médico veterinario profesional; de lo contrario, solo trata de seguir algunos de los consejos que te dimos previamente y tener en cuenta lo siguiente fuera de un contexto como el juego:
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Soledad:
Si tu minino pasa mucho tiempo solo, aunque sean animales muy independientes, la soledad puede causarles tristeza. Así que, intenta compartir más tiempo con ellos con el fin de garantizar un bienestar óptimo y seguro a sus emociones y su misma salud.
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Aún es un bebé cachorro:
Si es un bebé, seguramente el maullido está relacionado a la tristeza que genera el apartarse de su mamá y de sus hermanos mismos. Trata de darle todo el amor que necesita e intenta que el destete no sea tan temprano, entre más tiempo con su mamá, más vitaminas de su leche y por ende, mejores sentidos, aprendizaje y defensas tendrá para la adultez.
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La comida:
Igual como sucede con nosotros, es normal que cierto tipo de alimento que estemos comprando para ellos no resulte del todo a su agrado. Verifica si su maullido se da frente a los platos de comida e intenta rotar ciertas marcas por otras, hasta que encuentre la que más le guste.
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Su arenera:
Su arenera es parte fundamental de una higiene personal muy estricta. De la misma manera como lamen su cuerpo (parte por parte), necesitan tener una arenera muy limpia, libre de malos olores y apartada de sus platos de comida. Asegúrate de mantener estas condiciones, así evitarás que se enfade.
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Salida:
Al llegar a cierta edad, se expande la necesidad recurrente de explorar todo su entorno; por esta razón, es muy probable que con su maullido quiera pedirte el favor que le abras alguna puerta o ventana, permitiéndole salir a explorar un poco o socializar con otros gatos. Sin embargo, ten cuidado, es importante que de manera muy responsable analices si tu espacio permite que de manera segura él pueda hacerlo siempre con tu supervisión; si es así, te invitamos a poner en su collar siempre tus datos personales, así como su nombre, con ello, podrán localizarte fácilmente si llegase a desubicarse por un momento y alguien lo encuentra.
Ten presente que los sonidos que emiten estos pequeños son un mundo muy grande. Como lo mencionamos anteriormente, se han identificado más de 100 vocalizaciones distintas. Pero, lo que por ahora podría interesarte y a lo que deberías prestarle atención siempre es: al tono, la duración de cada maullido y la postura que tiene tu minino en ese momento preciso. Observa y escucha con total detenimiento porque ellos siempre buscarán la manera de hacértelo entender. De no encontrar la solución, en Ciudad de Mascotas te recomendaremos siempre que te asesores de un médico veterinario profesional que sea de tu total confianza.
Su bienestar es tu responsabilidad, y garantizar días más felices llenos de diversión dependen de la comunicación y el amor.
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